El Taller de Tío Marce – Entrega #2

2. Cómo mirar con mayor objetividad nuestros relatos.
Ayudar a los demás compañeros de taller a mejorar sus obras es una actividad relativamente sencilla en comparación con la tarea de arremangarse ante los textos escritos por uno mismo. Al margen de las preferencias y de los gustos de cada cual y de los compromisos emocionales que unan ―o desunan― a los talleristas, los textos de los demás serán siempre los textos de los demás. Qué bueno sería poder leer nuestras propias creaciones como si hubieran sido escritas por otro, por alguien que no está adentro de nuestras cabezas. Y más que nada poder leerlas, al decir de Isidoro Blaisten, como si hubieran sido escritas por nuestro peor enemigo.
Ilusiones aparte, conozco una técnica que nos sirve para lograr un alto grado de objetividad a la hora de evaluar el funcionamiento de los relatos propios. No la inventé yo, y le pido a quien conozca la fuente que me la revele en un mensaje; pero puedo compartirles el método porque lo uso en mis talleres todos los días.
La técnica es muy sencilla, y al escritor en formación le conviene aplicarla cuando tenga terminado ―o crea tener terminado― su relato. Consiste en formularse tres preguntas, antes de presentar tal o cual cuento en el taller o en el concurso literario o en la editorial. En esta nota empezaremos a ver la primera de esas tres preguntas, y pobre del político que se la formule ante el espejo:
¿Prometí lo que cumplí?
Lejos de ser una mera composición escolar, todo relato es una sumatoria de informaciones, de elementos que, graduados para mantener en suspenso el ánimo del lector (Enrique Anderson Imbert), lo conducen a un desenlace que producirá en él un efecto determinado (Edgar Allan Poe). Bueno, ese desenlace es el “cumplimiento” en cuestión. Y las “promesas” vendrían a ser los indicios que uno va ubicando, o debería ubicar, en los lugares estratégicos del relato. Por eso aquello de
¿Prometí lo que cumplí?
En nuestros términos, la pregunta se traduce así: ese final, al que llegué después de haber avanzado a lo largo de mi historia, ¿parece salido de la galera, o se nota que conscientemente fui preparando al lector, mediante disimuladas pistas, para que el desenlace le resulte más natural y más lógico?
Seguiremos analizando la cuestión, y para eso los dejo ahora con un cuentazo de Guy de Maupassant, uno de sus relatos más redondos.
https://ciudadseva.com/texto/la-tia-sauvage/
Disfrútenlo, y en la nota que viene continuaremos con este tema fascinante de prometer lo que uno cumplió.
Hasta la próxima, sobrinos.
mdm/20/6/18

 

Como es habitual, les dejamos un pertinente video del canal de YouTube de Marcelo di Marco, Taller de Corte y Corrección. Pueden suscribirse y compartirlo; su objetivo es el mismo que el del Taller de Tío Marce: ayudarlos a buscarse como escritores y a perfeccionarse en este maravilloso camino de la creación literaria.

Reconocido poeta, narrador y ensayista, Marcelo di Marco (Buenos Aires, 1957) es autor del clásico Taller de Corte & Corrección. Guía para la creación literaria, una herramienta indispensable para el escritor en formación, el editor, el docente de Letras y el coordinador de grupos de escritura. En 2017, Editorial Bärenhaus publicó la más reciente obra de Di Marco. Se titula 25 noches de insomnio. Historias que te quitarán el sueño, y al momento es el libro más vendido de la Casa.